Los datos en una organización o empresa cumplen con las cualidades de cualquier Iceberg:
- Una gran masa flotante.
- Es visible únicamente en una pequeña fracción.
- Si los desconoces, constituyen un obstáculo peligroso en cualquier navegación.
- Su inadecuada gestión puede conducir al hundimiento de las naves más poderosas.
La teoría del iceberg en los datos es una metáfora poderosa que sostiene que, al igual que un iceberg, la mayoría de los datos en una organización están ocultos debajo de la superficie, y solo una pequeña fracción es visible. Esta teoría se ha vuelto cada vez más relevante en un mundo donde las empresas y organizaciones de todos los tamaños están acumulando grandes cantidades de datos, de los cuales extrae muy poca información útil para su gestión.
En cualquier organización o empresa, hay una gran cantidad de datos disponibles, pero solo una pequeña parte de ellos se utilizan para tomar decisiones estratégicas. Esta capa visible de datos se compone principalmente de información que es fácil de recopilar y analizar, como los datos de ventas, la información del cliente y los informes financieros. Sin embargo, esta pequeña fracción de datos no representa ni siquiera la mitad del valor que se puede obtener de los datos.
Debajo de la superficie, en lo profundo de los sistemas de información y bases de datos de una empresa, hay una gran cantidad de datos ocultos. Estos datos son más difíciles de recopilar y analizar porque están dispersos en diferentes sistemas, formatos y lugares. Además, estos datos a menudo no son reconocidos como valiosos, ya que las personas responsables de la gestión de los datos no tienen una visión completa de todo lo que está disponible.
Para aprovechar todo el potencial de los datos, las empresas, comenzando por sus directivos, deben enfocarse en explorar y descubrir la gran cantidad de datos ocultos debajo de la superficie. Esto implica recopilar y analizar datos de diferentes sistemas, departamentos y fuentes, y utilizar herramientas y tecnologías para encontrar patrones y relaciones que no son evidentes a simple vista. Es un cambio organizativo en toda regla y sí, es un cambio que requiere de mucho esfuerzo.
Como cualquier trabajo de minería, la minería de datos sigue un proceso muy similar. Minar datos consiste en ir obteniendo, poco a poco, todo aquello relevante existente en una repositorio rico en recursos. No se pueden extraer todos los minerales de una mina en el corto plazo, puedes correr el riego de desechar un recurso importante dentro del proceso de descarte de materia no valiosa.
La explotación de los datos ocultos puede permitirnos a todos nosotros tomar decisiones más informadas y estratégicas, mejorar la eficiencia y la productividad, identificar nuevas oportunidades de negocio y mejorar la experiencia del cliente.
Es hora de dejar de centrarse solo en los datos visibles y comenzar a explorar los datos ocultos para obtener una ventaja competitiva en un mundo cada vez más impulsado por los datos. Si no comenzamos esta práctica nuestro iceberg se va a convertir en uno de los riesgos más relevantes contra nuestra propia empresa, pudiendo incluso hacer que nuestra nave naufrague.
Tus competidores pueden aprender a gestionar sus icebergs respectivos, y cuando esto pase, estarás automáticamente fuera de tu mercado.