He tenido el placer de dar una sesión adaptada al fantástico equipo de LiquidBiopsyLabPdH del Hospital de Puerta de HIerro de Madrid.
Primero agradecer la grandísima labor que están haciendo en su investigación sobre cáncer. Sobran las palabras.
Y segundo, agradecer la oportunidad de poder apoyarles para, a través de una gestión más eficiente del dato, conseguir análisis más profundos o eficientar tareas para que sus análisis sean aún mejores.
Y os tengo que confesar una tercera cosa. Y es el público de la charla. Y es que el tema generacional influye hasta en las charlas que doy, pero, ¿por que?
Estamos hablando de millenials y generación Z, que llevan la digitalización en la sangre, que entienden conceptualmente a la primera todo los que se les plantea, que indagan, no tienen miedo al prueba y error, no tienen miedo a equivocarse y hacerlo otra vez. Preguntan cuando no entienden, y preguntan si siguen sin entender. Que proponen soluciones... no sé, acabo de vivir en mis carnes las diferencias generacionales aplicado en el ámbito más educacional. Buenísima experiencia!
Pero también tengo otro comentario no tan positivo. Veo claramente a través de mis hijos y este tipo de charlas que nuestro sistema educativo no se está transformando de forma adecuada para poder aportar a todas estas nuevas generaciones de las herramientas (en sentido amplio) necesarias para ser totalmente competitivos en sus puestos de trabajo.
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